A diferencia de sus predecesores, ambas boy bands han conseguido llenar un vacío evidente en el mercado americano, según cuenta Neil McCormick.
"No estoy seguro de que se pueda cualificar como una invasión británica, pero supongo que debemos estar orgullosos de que haya cinco artistas británicos en el Top 100 americano. Si tenemos suerte, tal vez, incluso podría persuadir a algunos de ellos a permanecer allí. Las cosas se han puesto interesantes para las boy bands. The Wanted han conseguido el #1 en iTunes, y One Direction la entrada británica más alta en las listas musicales tras el Bittersweet Symphony de The Verve.
Jóvenes, guapos, unas excelentes armonías, y unas coreografías de precisión militar, se trata de un género en el que los británicos siempre han sido eclipsados por las versiones de Estados Unidos, Boyz II Men, Backstreet Boys...
¿Qué ha cambiado? Bien, para empezar, esta generación de aspirantes británicos puede cantar realmente. Quizá, lo que realmente se necesita para triunfar como estrella del pop se ha hundido bajo la tutela de Simon Cowell. Estos están bien entrenados, trabajan muy duro y unidos teniendo en cuenta un esquema: Suben, dan la mano, firman autógrafos, cantan, bailan, y dejan el resto del trabajo para profesionales."
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